Son muchas las veces que nos vamos a buscar el paraíso a cientos o miles de kilómetros. Pero lo cierto es que vivimos en él. Tenemos la suerte dehabitar un entorno privilegiado en el que tenemos el mar, el monte y la ciudad a tiro de lapo. Además tenemos la mala costumbre de comer estupendamente en cualquier rincón, así como encontrar una esquina con historia a cada dos pasos.
Muchas veces recordamos que en el viaje de novios por la Toscana encontrábamos a muchos turistas absolutamente alucinados con rincones de sus pueblos y ciudades y pensábamos: «Joe, es muy bonito, pero para tanto entusiasmo…» Tras dos minutos de reflexión y alguna copita de vino, llegamos a la conclusión de que seguramente no vivirían en lugares como el que vivimos nosotros. Es difícil alucinar con un casco histórico, una playa espectacular o un paisaje de ensueño cuando en el entorno tienes Donostia, Hondarribia, Zarautz, Getaria, Bilbo, Saint Jean de Luz o Biarritz. La cosa cambia y mucho.
En el vídeo y las fotos os dejamos una pequeña muestra de cómo una tarde cualquiera se puede convertir en una espectacular visita a uno de estos rincones con puesta de sol espectacular.
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