No es la primera vez que hablamos sobre las fiestas de Hondarribia en este blog. Solo faltaba siendo la mitad de Katterox más bikinga que la prota de la serie de Netflix. Pero lo que sí esperamos es que no haya muchas como las de este año.Cuando se acerca el día 8 se acercan las vacaciones, las quedadas familiares y amiguísticas, las risas, las fotos, los vídeos, los madrugones, las bromas y las emociones. Pero este año ha sido así a medias.
Dos funciones de Bohemios y una defunción familiar han hecho que durante estas fiestas hayamos estado fuera de lugar. Mejor dicho, que no nos hayamos encontrado cómodos allá donde estuviéramos. Por un lado ensayos, textos a memorizar, notas por corregir, personaje que montar… por otro tensión, preocupación, intentar ayudar y no saber si lo haces, recibir visitas y no saber qué decir ellas y no saber qué responder tú, momentos tristes, momentos en los que olvidas los momentos tristes, sonrisa en los labios y tristeza en los ojos, intentar entender el vacío…
Iker:
Salir del ensayo general y saber que el médico agita la balderola que avisa de la última vuelta. Solo quedan minutos. El subidón y la tensión del ensayo se cae. En ese momento solo quieres abrazar a tu mujer, a tus suegros y tu cuñada que sabes que no lo están pasando bien. Todas las preocupaciones de que ocurriera en plenas fiestas se han cumplido. Adiós el día 8. Con lo importante que es para ellos. Tal y como había quedado con los compañeros, nos vamos a tomar una cerveza antes de ir a casa. Aprovecho para desahogarme y contar un poco lo que me pasa por dentro si es que consigo aclararme. No me apetece hacer las funciones pero no tengo cover. Y el personaje es lo suficientemente complicado como para llamar a alguien que lo haya hecho de un día para otro. Pero no me apetece hacerlo. Quiero estar con Agur.
Al poco de llegar a casa recibo la noticia. El primer impulso es salir a casa de mis suegros, pero tengo que descansar. Tengo que dormir. Después de tanto ensayo la voz necesita algo de reposo para el estreno. Allí no puedo ayudar demasiado y estar callado y sin llorar me ayudará. Pongo la tele pero no veo nada. No del todo. Me sorprendo varias veces pensando en la muerte, en cómo la asumimos en nuestra sociedad y lo poco preparados que estamos en general para sobre-llevarla. En otros momentos pienso en cómo será el día siguiente, el 8. Raro, eso seguro. No creo que falten a primera hora al alarde, pero lo que sí sé seguro es que no lo disfrutarán como quisieran. Repaso las fotos y los vídeos de las dos cámaras y se ve que faltaban ganas e inspiración.
La primera función sale y aunque haya estado un rato con la familia y les haya soltado cuatro chorradas para rascarles una sonrisa, me sabe a poco. Me ha sabido mal tener que marcharme pronto para maquillarme y repasar algunas escenas. Quería estar más con ellos. Pero no ha podido ser. He venido al Victoria Eugenia con la radio puesta y queriendo repasar mentalmente escenas de la obra, pero no conseguía concentrarme. En el camerino de una compañera he podido charlar y soltar algo, pero ni yo mismo he sabido aclarar mis ideas y explicar lo difícil que es para nuestra mente entender la muerte. Vuelvo a sentir que allí no pinto nada. Que debería estar en casa, con la familia. Show must go on. Así que ya en el camerino saco la cámara con intención de sacar alguna foto chula a los compañeros, pero yo tampoco tengo el día ni la imaginación necesaria. Repaso algunas escenas y siento que me viene algo de energía del personaje, pero me va a costar.
Es la primera vez que me toca ser cómico en esta situación. Incluso fuera de la propia actuación intento actuar como se espera de mí. Soltar chorradas, gracietas y comentarios que mi yo habitual soltaría. No es que tenga que hacer un esfuerzo, pero me salen como por inercia.
Tanatorio, crematorio, comida y adiós. A por la segunda función. Tengo algo más de ánimo. Hoy vienen mis padres y lo quiero valorar. Para ellos. Para la amona. La suya y la mía. Para todos. Hay que hacer reír, hay que ponerse las pilas. En algún momento de la obra hasta me vengo arriba. La he podido disfrutar.
Pero…
Ahora, cada año, las fiestas de su casa tendrán este recuerdo.
Agur:
Ir a verla y darle un beso…uf! Esa sonrisa… ¿Y si se está despidiendo?
Hoy comida del día 5. ¿Y sin nos llaman mientras comemos?
Ir a verla una vez más y mientras subes las escaleras pensar que tal vez sea la última vez
Ya no te ve ¿y si ya no está aquí?
Cena del día 6 ¿y si nos llaman mientras tomamos una?
Ir a hacer unos recados ¿que nos contará el aita a la vuelta? ¿Cómo estará él llevando todo esto? Uf, mañana día 8
La salve. Cuestión de horas. ¿Cuándo nos llamarán?
Llegar a casa y ver que el coche del aita no está. ¿Y si ya no está?
Llamada del aita ¿ya? Todavía no.
¿Me voy a la cama? ¿Conseguiré dormir?
Mi hermana toca la puerta. Ya está.
“¿Quieres que vaya?“ Tranquilo tienes que descansar. Cómo le quiero, se que está ahí.
Suena el despertador, no es un sueño, es día 8 y ella ya no está. ¿Cómo estará el aita?
Hacheros, Tamborrada. Me emocionan pero no es lo mismo.
Vaya mierda de fotos que estoy haciendo, voy a pasar al video a ver si me va mejor. ¿saldrá algo de hoy? En parte no me importa. ¿Cómo estará el aita?
Miro a mi hermana, no hablamos mucho, va por dentro.
La gente nos saluda y nos dice “ondo pasa eguna!” No queremos aguar la fiesta “berdin!”
Vamos a cambiarnos de ropa, no es sitio para fiestas. ¿Cómo estarán las izebas?
¿Qué hago aquí el dia 8? Ya no está con nosotros. ¿Cómo lo llevará la ama?
Entro a verla, está guapa. Pero ya no está. ¿Cómo está mi hermana? De vez en cuando nos miramos testando cómo está la otra.
Comida del día 8 Reímos y bromeamos. Agradezco mucho tener un marido un pelín payasete. Sé que el resto también. No hay ganas de brindar.
¿Cómo? ¿la amona de la prima pequeña también?¿Cómo estarán?
¿Les importará si subimos a la calle mayor? Lo necesito
¿Cómo estarán mis primos?
¿Qué hago aquí? Ella ya no está
Me sorprende conseguir distraerme
Intentan provocarme a toda costa personas que opinan distinto a mi. Pero no tengo el chichi pa’ farolillos. No me afecta.
Se acerca la Banda, sí me afecta. Falta nuestro saxofonista favorito ¿cómo estará?
Miro a mi herrmana. Lágrimas que brotan.
Ella ya no está.