Un lugar visitado muchas veces, pero que al ir como «nueva familia» o en «nuevas etapas», adquiere un aire nuevo.El lago de Saint Pée es un lugar de esos que hemos visto cambiar con el paso de los años. Lo hemos visto como lago casi virgen. Y ahora, tras años de construcción y explotación, se ha convertido en todo un lago deportivo donde lo mismo se puede hacer picnik como practicar deportes como piragua, quad, tirolina etc. Incluso se puede pasar el día sin hacer nada 🙂
Ha pasado de ser un lugar donde se dejaba el coche en una campa entre hierbas, a tener parking con OTA hasta en los baños.
Solo hicimos dos actividades. Una, pelearme como un orangután contra mi padre y mi tío para impedir que me lanzaran al agua (no me gusta el fango del fondo de los lagos), obteniendo como resultado varios arañazos y manchas de hierba, y una marca que me cruzaba la cara y que me daba aspecto pirata. La otra fue montar en pedaló. Un puto coñazo. De la hora que te alquilan el aparato de tortura, te sobran tres cuartos.
Y a la vuelta paramos en Ciburu y Socoa para sacar alguna foto. Aprovechamos para parar en el fuerte de Socoa a propuesta de Agur, y nos llevamos un remate de lujo. Pudimos ver una espectacular puesta de sol y disfrutar de los últimos rayos en un entorno mágico. Nos pusimos muy tontunos.
Contamos más cositas en el video.
Leave a reply